Trauma psicológico:
¿Qué pasa con el cuerpo cuando hay trauma?

Cuando hablamos de trauma, solemos imaginar recuerdos difíciles o emociones intensas. Pero el trauma no vive solamente en la mente: también se manifiesta, se atrinchera y se perpetúa en el cuerpo. De hecho, el cuerpo es muchas veces el primer testigo y el último en sanar.
El trauma es una experiencia corporal, no solo mental
Peter Levine, uno de los pioneros en el estudio somático del trauma, explica que cuando una experiencia supera nuestra capacidad de procesarla, “el cuerpo queda congelado en el tiempo” (Levine, 2008). Esta congelación es una forma de defensa biológica. Los animales, por ejemplo, tras un evento amenazante, tienden a temblar o moverse para descargar la energía residual. Los humanos, en cambio, solemos inhibir esa respuesta. El resultado: tensiones crónicas, disociación y síntomas físicos persistentes.
“El trauma no es el acontecimiento en sí, sino la energía residual que permanece atrapada en el cuerpo”
— Peter Levine (2008, p. 81)
El sistema nervioso como eje del trauma
Desde el enfoque polivagal de Stephen Porges y las prácticas de Deb Dana, entendemos que el trauma altera profundamente las vías autonómicas de nuestro sistema nervioso. Cuando una persona está traumatizada, su cuerpo puede quedar atrapado en una respuesta constante de hiperactivación (lucha/huida) o de colapso (congelación/dorsal vagal). Esto se traduce en ansiedad crónica, fatiga, digestión deficiente o incluso dolor inexplicable.
“Nuestro sistema nervioso autónomo guarda memoria de los eventos traumáticos a través de patrones de activación, no solo de recuerdos”
— Dana, D. (2020)
El cuerpo como guía en el tratamiento
Autores como Pat Ogden y Ruth Lanius sostienen que trabajar directamente con el cuerpo es indispensable en el abordaje del trauma complejo. Su modelo sensoriomotriz muestra cómo las respuestas corporales (movimientos reflejos, tensiones, bloqueos) deben ser exploradas como fragmentos de historia traumática que aún buscan resolución (Ogden, Minton & Pain, 2009).
La neurociencia también confirma este enfoque. Estudios neurobiológicos han demostrado que muchas memorias traumáticas no se almacenan en el cerebro verbal sino en sistemas sensoriomotrices y subcorticales, lo que explica por qué una persona “sabe lo que pasó” pero no logra sentirse segura aunque lo racionalice (Lanius et al., 2022).
Disociación: cuerpos presentes, emociones ausentes
Cuando el trauma es severo o temprano, puede generar formas de disociación estructural. Según Van der Hart, Nijenhuis y Steele (2006), esto implica una fragmentación entre las partes que gestionan la vida cotidiana y aquellas que quedaron atrapadas en la experiencia traumática. Estas partes pueden expresarse a través de síntomas físicos, respuestas de evitación o reacciones emocionales desproporcionadas.
“El cuerpo se convierte en portador de lo no dicho, lo no integrado y lo no sentido”
— Van der Hart et al. (2006)
¿Cómo se libera el cuerpo del trauma?
La recuperación pasa por un proceso de reconexión. Técnicas como EMDR, BSP, ejercicios de integración somática, trabajo con partes, respiración consciente y exploración sensorial permiten al cuerpo completar aquellas acciones defensivas que quedaron interrumpidas.
Manuela Mischke-Reeds propone en su caja de herramientas somática ejercicios concretos como “sacudir para liberar”, “escáner corporal emocional” o “mapas somáticos de activación” que permiten al paciente reconectarse con su cuerpo de forma segura (Mischke-Reeds, 2018).
El cuerpo no olvida lo que la mente intenta silenciar. Y en ese silencio corporal se esconden tanto el dolor como la posibilidad de reparación. Acompañar a una persona en la reconexión con su cuerpo es ayudarle a recuperar su territorio, su verdad y su poder.
Como psicóloga especializada en trauma, integrando enfoques somáticos y neuropsicológicos, creo firmemente que no hay sanación duradera sin el cuerpo.
Referencias:
-
Dana, D. (2020). Ejercicios polivagales para seguridad y conexión. Norton.
-
Levine, P. (2008). Curar el trauma. Editorial Planeta.
-
Lanius, R., Brand, B. L., Schielke, H. J., & Schiavone, F. (2022). Finding Solid Ground: Overcoming Obstacles in Trauma Treatment. Oxford University Press.
-
Mischke-Reeds, M. (2018). Somatic Psychotherapy Toolbox. PESI Publishing.
-
Ogden, P., Minton, K., & Pain, C. (2009). El trauma y el cuerpo: un modelo sensoriomotriz de psicoterapia. Desclée de Brouwer.
-
Van der Hart, O., Nijenhuis, E. R. S., & Steele, K. (2006). El yo atormentado: la disociación estructural y el tratamiento de la traumatización crónica. Desclée de Brouwer.